Caso práctico: Georgian College

Con el sistema EcoSystem de Lutron, Georgian College ha podido materializar una notable variedad de beneficios. Creó entornos que facilitan mucho más las actividades de aprendizaje a alumnos y docentes. Pudo hacerlo prácticamente sin alterar sus actividades diarias. Además, la institución pudo ahorrar mucho dinero (US$137,000 al año) y comprobar la proyección positiva del sistema en el futuro.

Georgian College en Barrie, Ontario, acaba de demostrar que un sistema de iluminación de última generación no solo es beneficioso para los alumnos y para el ambiente, sino también para las finanzas.

La institución de educación superior presta servicios a una diversa comunidad de alumnos en sus tres campus. Su sistema de iluminación tenía casi 25 años de antigüedad y representaba la tecnología y los sistemas característicos de aquella época. La iluminación no era eficiente en el consumo de energía ni se podía controlar a nivel local, y la implementación estática limitaba las opciones para la reconfiguración de salones de clases, oficinas y otros espacios. Hacía falta rediseñar, pero no era la mayor prioridad del instituto.

Anteriormente, Georgian College ya había considerado la renovación necesaria de su sistema de HVAC. Sin embargo, se decidió que el deseo de reducir el consumo de energía y los costos de vigilancia debían analizarse en un contexto más amplio para representar genuinamente el ahorro potencial. El instituto necesitaba algo más que una solución parcial para el sistema de HVAC. Quería modernizar todo su ecosistema de energía.

Sin embargo, el sistema de iluminación nuevo debía satisfacer muchos criterios. El ahorro energético esperado por sí solo no sería suficiente: cualquier sistema nuevo que se implementara debía ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a las exigencias de la institución, con luminarias y niveles de iluminación configurables en cada uno de los edificios y salones. Su funcionamiento tendría que ser más económico que el del sistema existente pero, además, tendría que brindar mejor luz, no solo a los alumnos y las instalaciones, sino también al personal de seguridad y vigilancia. Aun más importante, la solución debía ser viable desde el punto de vista financiero: ahorrar dinero y, a la vez, permitir que la institución pagara el sistema de su propio presupuesto operativo, a través del ahorro energético.

“EcoSystem fue la única solución que cumplió con todos los requerimientos de iluminación estratégicos de este proyecto”, dijo Phil Santia, ingeniero profesional, socio de e-Lumen. El sistema permite que la institución determine los niveles de luz en todos los edificios, pasillos y salones en forma centralizada y localizada, además de personalizar esquemas de iluminación para cada ambiente, incluso según la estación del año y la hora del día; todo gracias a las innovadoras capacidades de aprovechamiento de luz natural. Gracias a que EcoSystem consta solo de nueve componentes, la instalación sería muy sencilla.

Jeff Choma, gerente del área de sistemas mecánicos y eléctricos, supervisó la instalación. “Realmente nos tomamos el tiempo necesario para seleccionar la mejor tecnología para nuestros campus”, dijo. “Estudiamos balastros de voltaje máximo, DALI (interfaz digital de iluminación direccionable) y controlados por IP. Elegimos EcoSystem porque es el más versátil y fácil de usar”.

El proyecto abarcó aproximadamente 3300 luminarias en un total de siete edificios del campus, una cifra que, pese a representar una reducción del 30 % respecto a la cantidad de luminarias existentes, permitió aumentar y mejorar la iluminación. Para crear el sistema ideal, los consultores habían recomendado la conversión de toda la infraestructura de iluminación de 347 a 120 voltios. Se retiraron las luminarias existentes y se instaló una combinación de luminarias estándares y empotradas con nueva tecnología de reflectores, ambas clases equipadas con balastros atenuables Lutron EcoSystem. La institución recurrió a contratistas especializados en trabajos de electricidad para retroadaptar las luminarias y agregar cables de comunicación donde fuese necesario. Siempre que fue posible se utilizó el cableado existente y se emplearon transformadores cuando no fue viable. Una vez instalado el cableado, se instaló un sistema de sensores de luz día, sensores de ocupación y controles empotrados en las paredes, de cuya programación podría ocuparse el propio personal de la institución.

Dejando a un lado las reducciones de costos, el nuevo sistema de iluminación ha abierto fascinantes posibilidades en el lugar de trabajo para los alumnos, los docentes y el personal de Georgian College. La gran capacidad de programación del sistema Lutron Ecosystem permite que los profesores controlen la energía eléctrica destinada a la iluminación en función de cada actividad de enseñanza. Por ejemplo: durante una presentación en la pizarra, se aumenta el nivel de luz que se enfoca en ella mientras que las luminarias más lejanas se atenúan progresivamente.

En situaciones de enseñanza que colocan los materiales audiovisuales en el centro de atención, el instructor puede alejar la iluminación de la pantalla y concentrarla en los pupitres de los alumnos de modo que la presentación se vea con más claridad y los alumnos puedan tomar notas fácilmente. Los salones de clase, las salas de reuniones y los auditorios se han configurado para que incluyan estas capacidades, lo que mejora radicalmente su efectividad.

“El cableado de bajo voltaje para los controles permite agrupar luminarias en un circuito fácilmente en diferentes áreas, además de ajustarlas sin mayores complicaciones”, dice Choma. “A la gente le encanta el control de iluminación por zonas”.

Desde sus etapas iniciales, el equipo que participó en el rediseño de la iluminación debió enfrentar el desafío de demostrar una reducción estimada de los costos de electricidad que permitiera amortizar el sistema por sí solo. Los beneficios propuestos pudieron demostrarse con tanta facilidad que la institución pudo solicitar un préstamo para construir el sistema, que se está cancelando actualmente mes a mes gracias al ahorro en costos de energía.

Como resultado, Georgian College ha logrado materializar una notable variedad de beneficios gracias a elegir el sistema EcoSystem. Creó ambientes nuevos que facilitan mucho más el aprendizaje para alumnos y docentes. Pudo hacerlo prácticamente sin alterar sus actividades diarias; tampoco fue necesario trasladar clases a otro salón ni reprogramarlas por la renovación. La institución pudo conservar el control de su propia infraestructura y reducir los costos de energía a un nivel que no habría sido posible de haber elegido otras alternativas. Georgian College pudo lograr todo esto al mismo tiempo que ahorraba mucho dinero (US$137,000 al año, según Choma), con lo cual comprobó la proyección positiva del sistema en el futuro. No debe sorprendernos entonces que el trabajo haya obtenido un premio en reconocimiento a su eficiencia energética y a la reducción en los niveles de gases efecto invernadero otorgado por el director de conservación de la Autoridad de Energía de Ontario. La institución también fue nominada para el premio “Green Award” de Bell Canada Business. El sistema de iluminación rentable y ecológico de Georgian College será la envidia de todos los institutos académicos de Norteamérica y se erige como una demostración gráfica de todas las posibilidades en materia de conservación de la energía.